De la duda a la fe
Léase Juan 20.19-29
¡Sí creo! exclamó de inmediato el padre del muchacho. ¡Ayúdame en mi poca fe!
TOMÁS, a veces llamado el incrédulo, tuvo mucha dificultad para creer que Jesús había resucitado. Me imagino que su relato está en la Biblia porque él no estaba solo. Había muchas personas en aquella época y actualmente para quienes el creer no es fácil. El relato de Tomás está aquí para dejarnos saber que está bien hacernos preguntas difíciles, enfrentar dudas honestas y buscar una relación con Jesucristo que sea real. Marcos 9.24 (NVI)
Me alegro de que mi tradición de fe me permite libertad para ese tipo de búsqueda. Se ha convertido en un lema en nuestra iglesia afirmar que la duda honesta no es una contradicción a la fe, sino un elemento esencial de una fe saludable y madura en crecimiento. Hay lugar en la iglesia para las personas que comienzan a seguir a Cristo y exploran las respuestas a sus preguntas en la presencia de Aquel que tiene las respuestas.
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