En espera de las bendiciones de Dios
Léase el Salmo 27.1-14
Pero de una cosa estoy seguro: he de ver la bondad del Señor en esta tierra de los vivientes.
COMO muchas otras mujeres, soy ama de casa. Me siento orgullosa de trabajar para otras personas y considero un gran privilegio el servir bien. Cocinar, limpiar, lavar la ropa y comprar son algunas de las actividades que hago diariamente. El tiempo pasa rápidamente durante el día, desde el amanecer hasta la puesta del solSalmo 27.13 (NVI)
.
Buscamos el agua potable en días alternados por la tarde. Llenamos los envases de agua y los guardamos. Tengo que bajar al pozo y conectar la tubería de agua para llenar mis envases.
Un día el agua estaba llegando lentamente; estaba llena de ansiedad acerca de si podríamos obtener nuestra agua potable. Le pedí a mi criada que cotejara si el flujo de agua era suficiente para llenar los envases. Ella dijo: «Señora, va a venir. Espérela». Después de 10 minutos, el volumen de agua aumentó y pude llenar todos mis envases.
Lo mismo sucede con las bendiciones de Dios. La Biblia nos asegura que las bendiciones están por venir (Vea Salmo 103 y 104), aunque a veces Dios parezca actuar lentamente. Podemos tener muchas dudas e interrogantes, pero Dios obrará.
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