domingo, 20 de noviembre de 2011

EL APOSENTO ALTO




Un consejero amoroso

Léase Léase Filipenses 4.4-9
La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón ni tenga miedo.
- Juan 14.27 (RVR)
Hace tres meses mi cuñada me llamó por teléfono para decirme que mi hermano menor se había suicidado.
Estaba perpleja. Más tarde tuve que notificarle a mis padres ancianos la noticia devastadora. Continuamos sufriendo, aun más debido a que hace 20 años mi hermano mayor también se suicidó.
Mis hermanos y yo sufrimos de desorden bipolar. Soy bendecida de que tengo un grado menor de la enfermedad comparado con el de mis hermanos. También soy muy bendecida porque siempre he creído en el Señor. Las visitas de seguimiento al siquiatra son necesarias para obtener medicamentos y consejería. En momentos de desesperación, el conocer al Señor es lo más que me ayuda. Siempre que estoy deprimida, busco mi Biblia. Dios me habla a través de la Biblia, lo cual me alivia. Siento su presencia conmigo, así como su paz.
No importa cuán enfermos o saludables estemos, necesitamos al Señor, especialmente si hay tristeza, preocupación o depresión. La lectura de la Palabra de Dios nos prepara física, mental y espiritualmente para vivir cada día a plenitud.

Autor

Sa. Doris Yeung (Samut Prakan, Tailandia)

Pensamiento para el día

Dios le imparte paz a cada corazón atribulado.

Oración

Oh Dios fiel, ayúdanos a aprender a confiar en ti. Calma nuestras mentes atribuladas con tu paz. Amén.

Oremos
Por quienes están considerando el suicidio

No hay comentarios:

Publicar un comentario

domingo, 20 de noviembre de 2011

EL APOSENTO ALTO




Un consejero amoroso

Léase Léase Filipenses 4.4-9
La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón ni tenga miedo.
- Juan 14.27 (RVR)
Hace tres meses mi cuñada me llamó por teléfono para decirme que mi hermano menor se había suicidado.
Estaba perpleja. Más tarde tuve que notificarle a mis padres ancianos la noticia devastadora. Continuamos sufriendo, aun más debido a que hace 20 años mi hermano mayor también se suicidó.
Mis hermanos y yo sufrimos de desorden bipolar. Soy bendecida de que tengo un grado menor de la enfermedad comparado con el de mis hermanos. También soy muy bendecida porque siempre he creído en el Señor. Las visitas de seguimiento al siquiatra son necesarias para obtener medicamentos y consejería. En momentos de desesperación, el conocer al Señor es lo más que me ayuda. Siempre que estoy deprimida, busco mi Biblia. Dios me habla a través de la Biblia, lo cual me alivia. Siento su presencia conmigo, así como su paz.
No importa cuán enfermos o saludables estemos, necesitamos al Señor, especialmente si hay tristeza, preocupación o depresión. La lectura de la Palabra de Dios nos prepara física, mental y espiritualmente para vivir cada día a plenitud.

Autor

Sa. Doris Yeung (Samut Prakan, Tailandia)

Pensamiento para el día

Dios le imparte paz a cada corazón atribulado.

Oración

Oh Dios fiel, ayúdanos a aprender a confiar en ti. Calma nuestras mentes atribuladas con tu paz. Amén.

Oremos
Por quienes están considerando el suicidio

No hay comentarios:

Publicar un comentario