jueves, 29 de diciembre de 2011

Nuestro Padre

 
 

Nuestro Padre

Léase Léase Lucas 11:2-4
Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.
- Lucas 11.2 (RVR)
Tengo recuerdos claros de mi amada abuela. Ella venía a mi cuarto cada noche cuando estaba acomodado en la cama, para asegurarse de que dijera el Padrenuestro.
A menudo yo decía: «Padre mío que estás en los cielos».
Abuela Sofía sonreía y gentilmente me corregía: «Padre nuestro que estás en los cielos».
Pero sentía que Dios era mi Padre, mío solo. Cuando medito en mi error de la infancia, veo una verdad poderosa. Dios es nuestro Padre en los cielos: mi Dios, el Dios de abuela Sofía y el Dios del mundo entero. Como hermanos y hermanas compartimos una fe. El amor de Dios nos une a Dios en Cristo y unos con otros. Dios es verdaderamente «Padre nuestro» que nos une a todos en una sola familia, unida por el amor. Me gozo en saber eso.
Cada día, cuando leo El Aposento Alto, recuerdo nuestro Padre en los cielos y nuestra familia mundial. Sé que leemos la meditación diaria y oramos juntos. Dios nos ha adoptado a cada uno en la familia a través de Jesucristo, Su Hijo.

Autor

Sr. John C. Holman (Minnesota, EUA)

Pensamiento para el día

Somos parte de una familia eterna.

Oración

Amado Dios, ayúdanos a saber que eres nuestro Padre amoroso. Consuélanos con el conocimiento de que tenemos un lugar en tu hogar celestial, preparado por Jesucristo. Amén.


oremos
Por los niños cuyos padres están ausentes.

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jueves, 29 de diciembre de 2011

Nuestro Padre

 
 

Nuestro Padre

Léase Léase Lucas 11:2-4
Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.
- Lucas 11.2 (RVR)
Tengo recuerdos claros de mi amada abuela. Ella venía a mi cuarto cada noche cuando estaba acomodado en la cama, para asegurarse de que dijera el Padrenuestro.
A menudo yo decía: «Padre mío que estás en los cielos».
Abuela Sofía sonreía y gentilmente me corregía: «Padre nuestro que estás en los cielos».
Pero sentía que Dios era mi Padre, mío solo. Cuando medito en mi error de la infancia, veo una verdad poderosa. Dios es nuestro Padre en los cielos: mi Dios, el Dios de abuela Sofía y el Dios del mundo entero. Como hermanos y hermanas compartimos una fe. El amor de Dios nos une a Dios en Cristo y unos con otros. Dios es verdaderamente «Padre nuestro» que nos une a todos en una sola familia, unida por el amor. Me gozo en saber eso.
Cada día, cuando leo El Aposento Alto, recuerdo nuestro Padre en los cielos y nuestra familia mundial. Sé que leemos la meditación diaria y oramos juntos. Dios nos ha adoptado a cada uno en la familia a través de Jesucristo, Su Hijo.

Autor

Sr. John C. Holman (Minnesota, EUA)

Pensamiento para el día

Somos parte de una familia eterna.

Oración

Amado Dios, ayúdanos a saber que eres nuestro Padre amoroso. Consuélanos con el conocimiento de que tenemos un lugar en tu hogar celestial, preparado por Jesucristo. Amén.


oremos
Por los niños cuyos padres están ausentes.

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