domingo, 27 de noviembre de 2011



Cambios en la vida

Léase Léase Isaías 55.1-11
Yo soy esclava del Señor; que Dios haga conmigo como me has dicho. Con esto, el ángel se fue.
- Lucas 1.38 (VPEE)
Como toda joven comprometida para casarse, María debió tener muchos sueños y planes. Pero todo cambió en su vida de pronto debido a una visita especial: la visita del ángel Gabriel.
El ángel fue el mensajero de la noticia más grande que María haya recibido, la noticia de que sería la madre del Salvador del mundo, Jesucristo. Aunque ella preguntó cómo sería posible esto, María no se negó al cambio que esto implicaría en su vida desde ese momento en adelante. En cambio, se presentó delante del Señor y dijo: «Soy la esclava del Señor».
Es posible que no tengamos visitas angelicales ni recibamos noticias tan impactantes como las de María, pero todos vamos a enfrentar cambios, a veces grandes, en nuestras vidas. Hacemos planes, soñamos, vemos algunos de nuestros sueños hacerse realidad, pero de pronto algo ocurre y todo es diferente.
A veces es difícil aceptar esos cambios. Deseo enfrentarlos como María lo hizo, confiando en que Dios está obrando, aunque esté confundida y atribulada. Aunque ni las ideas ni las acciones de Dios son como las nuestras, podemos confiar en el amor de Dios y su presencia fiel con nosotros/as.

Autor

Sa. Elina da Silva Dornelas (Rio de Janeiro, Brasil)

Pensamiento para el día

Aunque la vida nos inquiete, podemos confiar en que Dios obra.

Oración

Dios amado, ayúdanos a rendirnos a lo que quieres hacer en nosotros y a través de nosotros. Por Jesús. Amén.

oremos
Por alguien que se enfrenta a dificultades repentinas

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Cambios en la vida

Léase Léase Isaías 55.1-11
Yo soy esclava del Señor; que Dios haga conmigo como me has dicho. Con esto, el ángel se fue.
- Lucas 1.38 (VPEE)
Como toda joven comprometida para casarse, María debió tener muchos sueños y planes. Pero todo cambió en su vida de pronto debido a una visita especial: la visita del ángel Gabriel.
El ángel fue el mensajero de la noticia más grande que María haya recibido, la noticia de que sería la madre del Salvador del mundo, Jesucristo. Aunque ella preguntó cómo sería posible esto, María no se negó al cambio que esto implicaría en su vida desde ese momento en adelante. En cambio, se presentó delante del Señor y dijo: «Soy la esclava del Señor».
Es posible que no tengamos visitas angelicales ni recibamos noticias tan impactantes como las de María, pero todos vamos a enfrentar cambios, a veces grandes, en nuestras vidas. Hacemos planes, soñamos, vemos algunos de nuestros sueños hacerse realidad, pero de pronto algo ocurre y todo es diferente.
A veces es difícil aceptar esos cambios. Deseo enfrentarlos como María lo hizo, confiando en que Dios está obrando, aunque esté confundida y atribulada. Aunque ni las ideas ni las acciones de Dios son como las nuestras, podemos confiar en el amor de Dios y su presencia fiel con nosotros/as.

Autor

Sa. Elina da Silva Dornelas (Rio de Janeiro, Brasil)

Pensamiento para el día

Aunque la vida nos inquiete, podemos confiar en que Dios obra.

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Dios amado, ayúdanos a rendirnos a lo que quieres hacer en nosotros y a través de nosotros. Por Jesús. Amén.

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