martes, 21 de febrero de 2012

EL APOSENTO ALTO

En quién puedo confiar?
Léase Léase Proverbios 2.1-11
Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, pídasela a Dios, y él se la dará, pues Dios da a todos generosamente sin menospreciar a nadie.
- Santiago 1.5 (NVI)
Por ser criada en una cultura asiática, creo que tener un hombre en la casa es importante. Me casé dos veces; ambos matrimonios terminaron en divorcio. El primer hombre se enamoró de mi empleada doméstica y el segundo amaba mi dinero. Hicieron mi vida miserable.
Con el paso de los años, confiaba en mi hermano, que vivía cerca de mí. Pensé que podía contar con mi hermano en el futuro. Desafortunadamente, murió de repente hace unos meses. Ahora estoy sola con padres ancianos y una hermana que sufre de una enfermedad mental. Llevo el peso de cuidar a todos los miembros de mi familia.
Desde la muerte de mi hermano he aprendido que Dios siempre está presente cuando pido su ayuda. Cuando tomo decisiones, oro pidiendo dirección. El Señor no sólo me protege, sino que me da la sabiduría para manejar mi vida. Ya no me preocupo en hallar a alguien de quién depender; sé que puedo depender de Dios en cada momento de mi vida.

Autor

Sa. Doris Yeung (Samutptrakarn, Tailandia )

Pensamiento para el día

Hacemos lo mejor posible, y confiamos en que el Señor haga el resto.

Oración

Señor, gracias por la bendición de conocerte como consejero, guía y amigo que ama y cuida de nosotros. Amén.

oremos
Por encargados de personas con limitaciones mentales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

martes, 21 de febrero de 2012

EL APOSENTO ALTO

En quién puedo confiar?
Léase Léase Proverbios 2.1-11
Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, pídasela a Dios, y él se la dará, pues Dios da a todos generosamente sin menospreciar a nadie.
- Santiago 1.5 (NVI)
Por ser criada en una cultura asiática, creo que tener un hombre en la casa es importante. Me casé dos veces; ambos matrimonios terminaron en divorcio. El primer hombre se enamoró de mi empleada doméstica y el segundo amaba mi dinero. Hicieron mi vida miserable.
Con el paso de los años, confiaba en mi hermano, que vivía cerca de mí. Pensé que podía contar con mi hermano en el futuro. Desafortunadamente, murió de repente hace unos meses. Ahora estoy sola con padres ancianos y una hermana que sufre de una enfermedad mental. Llevo el peso de cuidar a todos los miembros de mi familia.
Desde la muerte de mi hermano he aprendido que Dios siempre está presente cuando pido su ayuda. Cuando tomo decisiones, oro pidiendo dirección. El Señor no sólo me protege, sino que me da la sabiduría para manejar mi vida. Ya no me preocupo en hallar a alguien de quién depender; sé que puedo depender de Dios en cada momento de mi vida.

Autor

Sa. Doris Yeung (Samutptrakarn, Tailandia )

Pensamiento para el día

Hacemos lo mejor posible, y confiamos en que el Señor haga el resto.

Oración

Señor, gracias por la bendición de conocerte como consejero, guía y amigo que ama y cuida de nosotros. Amén.

oremos
Por encargados de personas con limitaciones mentales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario