lunes, 24 de septiembre de 2012

EL APOSENTO ALTO

El carácter de Cristo

Léase Gálatas 5.22-26

Pero el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza.
- Gálatas 5.22-23 (RVC)
Por muchos años me consideré a mí mismo como un buen cristiano. Participaba en varios ministerios y servía como médico. Pero un día el Espíritu Santo me recordó la amonestación de Jesús a algunas personas acerca de sus buenas obras: «Nunca los conocí. ¡Apártense de mí, obreros de la maldad!» (Mateo 7.23). ¿Por qué dijo Jesús esto?
Al buscar una respuesta, el Espíritu Santo me recordó que lo más importante para Dios no es sólo lo que hacemos, sino lo que somos. Pablo nos dice que Dios nos ha separado desde el principio para ser hechos «conforme a la imagen de su Hijo». Hijos e hijas de Dios: eso es lo que define lo que somos, no lo que hacemos. Se nos llama a dar fruto, pero la lista comienza con el amor. Ser como Cristo es la base para desarrollar las virtudes y expresar el amor de Dios en acciones.
Cuando nos comprometemos a permitir que el Espíritu Santo nos forme a la imagen de Cristo, sabemos con seguridad que al final de nuestras vidas seremos bienvenidos (Mateo 25.34).

Autor

Sr. Gunawan Kosasih (Yakarta, Indonesia)

Pensamiento para el día

Vivimos bien cuando seguimos a Cristo en amor sacrificial.

Oración

Amado Dios, ayúdanos a abrir nuestros corazones a tu amor de modo que seamos hermanos y hermanas en Cristo. Por Jesús. Amén.
oremos:
Por los líderes y voluntarios en la iglesia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

lunes, 24 de septiembre de 2012

EL APOSENTO ALTO

El carácter de Cristo

Léase Gálatas 5.22-26

Pero el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza.
- Gálatas 5.22-23 (RVC)
Por muchos años me consideré a mí mismo como un buen cristiano. Participaba en varios ministerios y servía como médico. Pero un día el Espíritu Santo me recordó la amonestación de Jesús a algunas personas acerca de sus buenas obras: «Nunca los conocí. ¡Apártense de mí, obreros de la maldad!» (Mateo 7.23). ¿Por qué dijo Jesús esto?
Al buscar una respuesta, el Espíritu Santo me recordó que lo más importante para Dios no es sólo lo que hacemos, sino lo que somos. Pablo nos dice que Dios nos ha separado desde el principio para ser hechos «conforme a la imagen de su Hijo». Hijos e hijas de Dios: eso es lo que define lo que somos, no lo que hacemos. Se nos llama a dar fruto, pero la lista comienza con el amor. Ser como Cristo es la base para desarrollar las virtudes y expresar el amor de Dios en acciones.
Cuando nos comprometemos a permitir que el Espíritu Santo nos forme a la imagen de Cristo, sabemos con seguridad que al final de nuestras vidas seremos bienvenidos (Mateo 25.34).

Autor

Sr. Gunawan Kosasih (Yakarta, Indonesia)

Pensamiento para el día

Vivimos bien cuando seguimos a Cristo en amor sacrificial.

Oración

Amado Dios, ayúdanos a abrir nuestros corazones a tu amor de modo que seamos hermanos y hermanas en Cristo. Por Jesús. Amén.
oremos:
Por los líderes y voluntarios en la iglesia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario