viernes, 8 de julio de 2016

El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará. Juan 14: 12

Cristo nos enseña y nos discipula para que continuemos la obra que Él hizo, a fin de que el evangelio no se detenga, sino que se extienda hasta los confines de la tierra. Él nos dio una palabra, que está sobre nuestras cabezas, al decir que mayores cosas haríamos en Su nombre. Por eso, Él está esperando que nos levantemos en fe haciendo esta palabra en nosotros.

Proclamemos las buenas nuevas a todo el mundo, sin excepción de personas, demostrando el poder que hay en Su nombre, en Su sangre y en Su Palabra, para sanar a los enfermos, libertar a los cautivos y predicar el año agradable del Señor. Levantémonos en el poder de la resurrección, para traer vida a muchos que están bajo sombra de muerte y sentenciados por el enemigo a vivir en oscuridad, rompiendo las maldiciones e iniquidades que han venido de generaciones.

Para eso hemos sido llamados a romper los yugos, declarando que el hijo de Dios murió, resucitó al tercer día y está a la diestra del Padre intercediendo por nosotros; para que hagamos todo lo que nos mandó a hacer, demostrando que el evangelio no es tan solo palabras, sino poder.

viernes, 8 de julio de 2016

El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará. Juan 14: 12

Cristo nos enseña y nos discipula para que continuemos la obra que Él hizo, a fin de que el evangelio no se detenga, sino que se extienda hasta los confines de la tierra. Él nos dio una palabra, que está sobre nuestras cabezas, al decir que mayores cosas haríamos en Su nombre. Por eso, Él está esperando que nos levantemos en fe haciendo esta palabra en nosotros.

Proclamemos las buenas nuevas a todo el mundo, sin excepción de personas, demostrando el poder que hay en Su nombre, en Su sangre y en Su Palabra, para sanar a los enfermos, libertar a los cautivos y predicar el año agradable del Señor. Levantémonos en el poder de la resurrección, para traer vida a muchos que están bajo sombra de muerte y sentenciados por el enemigo a vivir en oscuridad, rompiendo las maldiciones e iniquidades que han venido de generaciones.

Para eso hemos sido llamados a romper los yugos, declarando que el hijo de Dios murió, resucitó al tercer día y está a la diestra del Padre intercediendo por nosotros; para que hagamos todo lo que nos mandó a hacer, demostrando que el evangelio no es tan solo palabras, sino poder.