jueves, 27 de octubre de 2011

El aposento alto 

En el presente

Ya sea Pablo, o Apolos... o la vida, o la muerte, o lo presente o lo por venir; todo es de ustedes, y ustedes son de Cristo, y Cristo es de Dios.
A medida que envejecemos parece que más nos gusta idealizar el pasado. En realidad sentimos nostalgia por situaciones que no existieron realmente. Recordamos la niñez como algo perfecto; no lo fue. Recordamos a personas como totalmente honestas; no lo fueron. Aunque el pasado puede traer pensamientos de arrepentimiento o sonrisas sobre tiempos felices, no podemos cambiar el pasado. Nosotros podemos cambiar.
Típicamente lo que nos hace mirar al pasado o al futuro es el cambio. La naturaleza humana se resiste al cambio. Tendemos a pensar que mientras el mundo exterior puede cambiar, nuestra ciudad, nuestra iglesia, nuestra familia no va a cambiar. Sin embargo, todo cambia. Lo que no cambia es Dios.
Eclesiastés 7.14 confirma que no conocemos el futuro. Si el pasado ya pasó y el futuro es incierto, todo lo que resta es el presente. Esto puede atribular a muchas personas. Pero como cristianos tenemos la seguridad de «paz… que sobrepasa todo entendimiento»(Filipenses 4.7). Podemos vivir con gozo hoy y mirar al futuro con confianza.

Autor

Sr. Wesley Bell (Alabama, EUA)

Pensamiento para el día

A pesar de nuestros planes, el futuro está en las manos de Dios.

Oración

Oración: Oh Dios, ayúdanos a practicar lo que has prometido: que no importa lo que suceda, podemos confiar en ti. Amén.
OREMOS: Por las iglesias que enfrentan grandes retos.

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jueves, 27 de octubre de 2011

El aposento alto 

En el presente

Ya sea Pablo, o Apolos... o la vida, o la muerte, o lo presente o lo por venir; todo es de ustedes, y ustedes son de Cristo, y Cristo es de Dios.
A medida que envejecemos parece que más nos gusta idealizar el pasado. En realidad sentimos nostalgia por situaciones que no existieron realmente. Recordamos la niñez como algo perfecto; no lo fue. Recordamos a personas como totalmente honestas; no lo fueron. Aunque el pasado puede traer pensamientos de arrepentimiento o sonrisas sobre tiempos felices, no podemos cambiar el pasado. Nosotros podemos cambiar.
Típicamente lo que nos hace mirar al pasado o al futuro es el cambio. La naturaleza humana se resiste al cambio. Tendemos a pensar que mientras el mundo exterior puede cambiar, nuestra ciudad, nuestra iglesia, nuestra familia no va a cambiar. Sin embargo, todo cambia. Lo que no cambia es Dios.
Eclesiastés 7.14 confirma que no conocemos el futuro. Si el pasado ya pasó y el futuro es incierto, todo lo que resta es el presente. Esto puede atribular a muchas personas. Pero como cristianos tenemos la seguridad de «paz… que sobrepasa todo entendimiento»(Filipenses 4.7). Podemos vivir con gozo hoy y mirar al futuro con confianza.

Autor

Sr. Wesley Bell (Alabama, EUA)

Pensamiento para el día

A pesar de nuestros planes, el futuro está en las manos de Dios.

Oración

Oración: Oh Dios, ayúdanos a practicar lo que has prometido: que no importa lo que suceda, podemos confiar en ti. Amén.
OREMOS: Por las iglesias que enfrentan grandes retos.

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