martes, 20 de diciembre de 2011

Lo primero

                                       


Lo primero

Léase Léase el Salmo 23

Fíjense cómo crecen los lirios. No trabajan ni hilan; sin embargo, les digo que ni siquiera Salomón, con todo su esplendor, se vestía como uno de ellos.
- Lucas 12.27-28 (NVI)

Mi madre de 96 años vive en un centro de cuidado de salud. Cada día se sienta cerca de la estación de las enfermeras, esperando pacientemente mi visita. Trato de visitarla regularmente y traerle flores. Cuando le entrego las flores, me da las gracias repetidamente y sus ojos se llenan de lágrimas de gozo.
Mamá observa cuidadosamente las flores mientras las sostiene en sus brazos y comenta sobre el aroma, los colores y las formas de las flores. Siempre me recuerda colocarlas en cierto lugar en su mesa de manera que al levantarse en la mañana son las primeras cosas que ve. Al final de mi visita, unimos nuestras manos en oración y decimos el Salmo 23.
Para mí, el aprecio de mamá por la belleza de cada flor es casi un acto de adoración a Dios. Su fe y su amor por la creación me ha ayudado a ver aun más claramente que una relación correcta con Dios no reside en un intento desesperado para ganar aceptación por nuestro desempeño. Entramos en esa relación y la sostenemos al aceptar humildemente el amor y la gracia que Dios nos ofrece en Jesucristo.

Autor

Sr. Al Russell (Connecticut, EUA)

Pensamiento para el día

Una relación con Dios consiste en aceptar la gracia.

Oración

Oh Dios, ayúdanos a aceptar tu gracia en lugar de tratar de ganar tu amor. Amén.

OREMOS
Por las personas en centros de salud.

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martes, 20 de diciembre de 2011

Lo primero

                                       


Lo primero

Léase Léase el Salmo 23

Fíjense cómo crecen los lirios. No trabajan ni hilan; sin embargo, les digo que ni siquiera Salomón, con todo su esplendor, se vestía como uno de ellos.
- Lucas 12.27-28 (NVI)

Mi madre de 96 años vive en un centro de cuidado de salud. Cada día se sienta cerca de la estación de las enfermeras, esperando pacientemente mi visita. Trato de visitarla regularmente y traerle flores. Cuando le entrego las flores, me da las gracias repetidamente y sus ojos se llenan de lágrimas de gozo.
Mamá observa cuidadosamente las flores mientras las sostiene en sus brazos y comenta sobre el aroma, los colores y las formas de las flores. Siempre me recuerda colocarlas en cierto lugar en su mesa de manera que al levantarse en la mañana son las primeras cosas que ve. Al final de mi visita, unimos nuestras manos en oración y decimos el Salmo 23.
Para mí, el aprecio de mamá por la belleza de cada flor es casi un acto de adoración a Dios. Su fe y su amor por la creación me ha ayudado a ver aun más claramente que una relación correcta con Dios no reside en un intento desesperado para ganar aceptación por nuestro desempeño. Entramos en esa relación y la sostenemos al aceptar humildemente el amor y la gracia que Dios nos ofrece en Jesucristo.

Autor

Sr. Al Russell (Connecticut, EUA)

Pensamiento para el día

Una relación con Dios consiste en aceptar la gracia.

Oración

Oh Dios, ayúdanos a aceptar tu gracia en lugar de tratar de ganar tu amor. Amén.

OREMOS
Por las personas en centros de salud.

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