martes, 3 de enero de 2012


                      
 

Vuelto a nacer

Léase Léase Juan 3.1-17
Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.
- Juan 3.17 (RVR)
A la edad de 30 años estaba perdido, sumergido en el alcohol. Finalmente admití que no tenía control sobre
la bebida. Le pedí a Dios que me liberara de la atadura del alcohol, y Dios contestó mi oración.
Me convertí en un miembro de la sociedad productivo y sobrio. Dios me ha bendecido con una familia amorosa. Al depender de la gracia de Dios, y de la ayuda e inspiración de muchos amigos sobrios, he sido bendecido con la oportunidad de casarme, tener hijos y verlos crecer. Pude estar con mi madre y sostenerla al morir hace algunos años. Nada de esto hubiera sido posible en mi estilo de vida antiguo.
Mi madre y mi padre nos llevaban a mis hermanos y a mí a la iglesia regularmente durante la niñez y la adolescencia. En la iglesia escuché que Dios es amoroso y poderoso, y que quiere una relación personal conmigo. Escuché que si me acercaba a Dios con la fe de un niño y le pedía ayuda, podía nacer nuevamente. Después de muchos años, finalmente creí estas verdades y nací nuevamente. La oferta de una relación íntima con Dios está abierta para cada persona.

Autor

Sr. Rod Scott (Arizona, EUA)

Pensamiento para el día

Dios desea una relación personal con cada uno de nosotros.

Oración

Gracias, Jesús, por permitir que volviera a nacer. Amén.
Oremos

Por las personas adictas al alcohol.

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Vuelto a nacer

Léase Léase Juan 3.1-17
Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.
- Juan 3.17 (RVR)
A la edad de 30 años estaba perdido, sumergido en el alcohol. Finalmente admití que no tenía control sobre
la bebida. Le pedí a Dios que me liberara de la atadura del alcohol, y Dios contestó mi oración.
Me convertí en un miembro de la sociedad productivo y sobrio. Dios me ha bendecido con una familia amorosa. Al depender de la gracia de Dios, y de la ayuda e inspiración de muchos amigos sobrios, he sido bendecido con la oportunidad de casarme, tener hijos y verlos crecer. Pude estar con mi madre y sostenerla al morir hace algunos años. Nada de esto hubiera sido posible en mi estilo de vida antiguo.
Mi madre y mi padre nos llevaban a mis hermanos y a mí a la iglesia regularmente durante la niñez y la adolescencia. En la iglesia escuché que Dios es amoroso y poderoso, y que quiere una relación personal conmigo. Escuché que si me acercaba a Dios con la fe de un niño y le pedía ayuda, podía nacer nuevamente. Después de muchos años, finalmente creí estas verdades y nací nuevamente. La oferta de una relación íntima con Dios está abierta para cada persona.

Autor

Sr. Rod Scott (Arizona, EUA)

Pensamiento para el día

Dios desea una relación personal con cada uno de nosotros.

Oración

Gracias, Jesús, por permitir que volviera a nacer. Amén.
Oremos

Por las personas adictas al alcohol.

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