jueves, 20 de septiembre de 2012

Más blanco que la nieve

Más blanco que la nieve

Léase el Salmo 51.6-12 e Isaías 1.10-18

¡Crea en mí, Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí!
- Salmo 51.10 (RVR)
En la ciudad donde crecí no se ve nieve en el invierno. Nuestro clima es cálido la mayor parte del año. Hace algún tiempo nuestra familia se mudó a un precioso lugar en medio de las montañas, que cada invierno están cubiertas con un manto de nieve.
Al ver la increíble blancura de la nieve, recuerdo que Dios en su Palabra la utiliza para ilustrar la situación de quienes han venido a Cristo con un corazón arrepentido. El Salmo 51 nos muestra cuán maravilloso es recibir el perdón de Dios.
La obra del Espíritu Santo es, por un lado, enfrentarnos a la realidad de nuestro pecado y su gravedad. Nuestro pecado ofende a Dios e interrumpe la comunión con nuestro Creador.
Pero también es obra poderosa del Espíritu del Señor guiarnos al arrepentimiento, y acercarnos al único que perdona y limpia todo pecado, el Señor Jesucristo. Él derramó su sangre para que nuestro corazón fuera blanco como la nieve, y fuéramos dignos de gozar de la presencia de Dios aquí y en la eternidad.
AutorSra. Lucy Tamez (Virginia, EE. UU.)

Pensamiento para el día: Si somos sensibles al Espíritu del Señor, caminaremos en la santidad que nos corresponde como sus hijos e hijas.
Oración: Señor, ayúdanos a alejarnos del pecado, y amar la justicia y la verdad. Por Jesús. Amén.

oremos: Por quienes necesitan sentir el perdón de Dios.

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jueves, 20 de septiembre de 2012

Más blanco que la nieve

Más blanco que la nieve

Léase el Salmo 51.6-12 e Isaías 1.10-18

¡Crea en mí, Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí!
- Salmo 51.10 (RVR)
En la ciudad donde crecí no se ve nieve en el invierno. Nuestro clima es cálido la mayor parte del año. Hace algún tiempo nuestra familia se mudó a un precioso lugar en medio de las montañas, que cada invierno están cubiertas con un manto de nieve.
Al ver la increíble blancura de la nieve, recuerdo que Dios en su Palabra la utiliza para ilustrar la situación de quienes han venido a Cristo con un corazón arrepentido. El Salmo 51 nos muestra cuán maravilloso es recibir el perdón de Dios.
La obra del Espíritu Santo es, por un lado, enfrentarnos a la realidad de nuestro pecado y su gravedad. Nuestro pecado ofende a Dios e interrumpe la comunión con nuestro Creador.
Pero también es obra poderosa del Espíritu del Señor guiarnos al arrepentimiento, y acercarnos al único que perdona y limpia todo pecado, el Señor Jesucristo. Él derramó su sangre para que nuestro corazón fuera blanco como la nieve, y fuéramos dignos de gozar de la presencia de Dios aquí y en la eternidad.
AutorSra. Lucy Tamez (Virginia, EE. UU.)

Pensamiento para el día: Si somos sensibles al Espíritu del Señor, caminaremos en la santidad que nos corresponde como sus hijos e hijas.
Oración: Señor, ayúdanos a alejarnos del pecado, y amar la justicia y la verdad. Por Jesús. Amén.

oremos: Por quienes necesitan sentir el perdón de Dios.

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