miércoles, 21 de noviembre de 2012

EL APOSENTO ALTO

Las mejores palabras

Léase Salmos 19.7-14

¡Cuánto amo yo tu Ley! ¡Todo el día es ella mi meditación!
- Salmos 119.97(RVR)
En mi niñez, el mejor momento de la semana era el viernes, cuando mi madre compraba panecillos dulces en la repostería. Cuando iba con ella, veía una cita bíblica en el marco de la puerta, Romanos 5.8: «Pero Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.». Aunque era pequeña, las palabras me impresionaron y las recordé aún después de mudarnos. Unos años después, conocí a una amiga que memorizaba versículos de la Biblia. Cuando salíamos, ella decía la primera parte del versículo y aguardaba a que yo lo completara. He memorizado bastantes versículos, y me gusta recordarlos cuando me acuesto y cuando me levanto. A veces vienen a mi mente mientras camino o cuando espero en fila. Más de una vez, al escribir una carta, he dicho: «Gracias, Señor, que puedo usar tus palabras para completar esta carta, pues son mejores que las mías.» Es maravilloso comprender que hay más versículos para descubrir y memorizar. Como dijo el salmista: las palabras de Dios son; «dulces más que la miel».

Sra. Elaine Brown (Perthshire, Inglaterra)

Pensamiento para el día

La palabra memorizada es un tesoro permanente.

Oración

Dios amado, que tengamos hambre de tu palabra. Ayúdanos a alimentarnos con ella. Por Jesús. Amén.

OREMOS¨ : Por los traductores de la Biblia.

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miércoles, 21 de noviembre de 2012

EL APOSENTO ALTO

Las mejores palabras

Léase Salmos 19.7-14

¡Cuánto amo yo tu Ley! ¡Todo el día es ella mi meditación!
- Salmos 119.97(RVR)
En mi niñez, el mejor momento de la semana era el viernes, cuando mi madre compraba panecillos dulces en la repostería. Cuando iba con ella, veía una cita bíblica en el marco de la puerta, Romanos 5.8: «Pero Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.». Aunque era pequeña, las palabras me impresionaron y las recordé aún después de mudarnos. Unos años después, conocí a una amiga que memorizaba versículos de la Biblia. Cuando salíamos, ella decía la primera parte del versículo y aguardaba a que yo lo completara. He memorizado bastantes versículos, y me gusta recordarlos cuando me acuesto y cuando me levanto. A veces vienen a mi mente mientras camino o cuando espero en fila. Más de una vez, al escribir una carta, he dicho: «Gracias, Señor, que puedo usar tus palabras para completar esta carta, pues son mejores que las mías.» Es maravilloso comprender que hay más versículos para descubrir y memorizar. Como dijo el salmista: las palabras de Dios son; «dulces más que la miel».

Sra. Elaine Brown (Perthshire, Inglaterra)

Pensamiento para el día

La palabra memorizada es un tesoro permanente.

Oración

Dios amado, que tengamos hambre de tu palabra. Ayúdanos a alimentarnos con ella. Por Jesús. Amén.

OREMOS¨ : Por los traductores de la Biblia.

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