Envejecer con gracia
Léase el Salmo 90.1-17
Hijo mío, no te olvides de mi ley; guarda en tu corazón mis mandamientos. Ellos prolongarán los años de tu vida y te traerán abundante paz.
Al final de la octava década de mi vida, he pensado más en los asuntos que enfrentamos las personas de mi edad. Gracias a una mejor nutrición y cuidados de salud, muchas personas en los países industrializados vivimos más años de lo que dice la Biblia (Salmo 90.10).
- Proverbios 3.1-2 (RVC)
En la comunidad donde vivo, celebramos recientemente los cumpleaños de tres residentes con cien años. Quienes pueden vivir tanto tiempo lo logran porque han hecho aquello que mantiene la mente, el cuerpo y el espíritu activos, involucrados con los asuntos de la vida y útiles.
Deuteronomio 4.40 promete larga vida si guardamos los mandamientos de Dios. Jesús nos dice «que la luz de ustedes alumbre delante de todos» (Mateo 5.13-16). El secreto de una vida cristiana fructífera, sea larga o no, es invertir nuestros años, talentos y recursos en hacer por otros lo que Dios, por amor, ha hecho por nosotros. Envejecemos bien si, por la gracia de Dios, permitimos que el amor redentor de Cristo nos forme y fluya a través de nosotros hacia otras personas.
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