La bondad de Dios
Léase Juan 13.34-35
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna.
Mi papá murió a los 87 años. Él amaba a Dios, y a la gente. Echo de menos la bondad de sus ojos y su voz, su gentileza y cuidado. Él me hizo sentir valorada e importante. No siempre fue así. Cuando yo tenía 30 años, se disculpó conmigo por mostrar más atención a mis hermanos que a mí cuando éramos niños. Desde entonces, Dios usó a mi papá para mostrarme su amor. A través de papá, llegué a conocer la bondad de Jesús. Él fue más atento; me escuchó, y mostro interés en mi vida. Fue amable y cariñoso y me corrigió con cariño. Experimenté sanidad y me sentí valorada. Jesús demostró gran amor por la gente, especialmente a los marginados. Se negó a condenar a la mujer sorprendida en adulterio. Echó fuera demonios. Jesús trajo luz en la oscuridad; y él nos llama a hacer lo mismo, traer sanidad, amor, y aceptación a los demás.
- Juan 3.16 (RVC)
No hay comentarios:
Publicar un comentario