jueves, 10 de noviembre de 2011

EL APOSENTO ALTO

  

Perdóname hoy

Léase Léase Lucas 18.9-14
¡Oh Dios, ten compasión de mi, que soy pecador!
Todas las mañanas separo un tiempo para leer El Aposento Alto, la Biblia, cantar alabanzas y orar a mi
Señor, dándole gracias por un nuevo día de vida.
Un día, mientras leía, Andrea, una de mis nietas, entró al cuarto y preguntó: «¿Qué lees, mamá?». Le contesté: «Leo sobre el perdón de Jesús y que debemos pedir que nos perdone». En su perspicacia de 10 años me dijo: «Antes de acostarme le pido perdón a Dios, porque no sé si voy a vivir otro día».
Su inocencia y sabiduría me enseñaron una gran lección. Necesitamos estar en paz con Dios cada día. Los adultos vivimos cada día haciendo tantas cosas que muchas veces no contamos con Dios. Una relación genuina, comprometida e íntima nos enseña a depender más de su perdón y de su gracia.

Autor

Sra. Liduvina Cruz (Bayamón, Puerto Rico)

Pensamiento para el día

Cada día necesitamos recibir el perdón y la renovación de Dios.

Oración

Amado Dios, ayúdanos a reconocer nuestra necesidad de recibir tu perdón cada día. Pedimos: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu Reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. No nos metas en tentación, sino líbranos del mal, porque tuyo es el Reino, el poder y la gloria, por todos los siglos. Amén.

Oremos
Por quienes no reconocen su pecado.

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jueves, 10 de noviembre de 2011

EL APOSENTO ALTO

  

Perdóname hoy

Léase Léase Lucas 18.9-14
¡Oh Dios, ten compasión de mi, que soy pecador!
Todas las mañanas separo un tiempo para leer El Aposento Alto, la Biblia, cantar alabanzas y orar a mi
Señor, dándole gracias por un nuevo día de vida.
Un día, mientras leía, Andrea, una de mis nietas, entró al cuarto y preguntó: «¿Qué lees, mamá?». Le contesté: «Leo sobre el perdón de Jesús y que debemos pedir que nos perdone». En su perspicacia de 10 años me dijo: «Antes de acostarme le pido perdón a Dios, porque no sé si voy a vivir otro día».
Su inocencia y sabiduría me enseñaron una gran lección. Necesitamos estar en paz con Dios cada día. Los adultos vivimos cada día haciendo tantas cosas que muchas veces no contamos con Dios. Una relación genuina, comprometida e íntima nos enseña a depender más de su perdón y de su gracia.

Autor

Sra. Liduvina Cruz (Bayamón, Puerto Rico)

Pensamiento para el día

Cada día necesitamos recibir el perdón y la renovación de Dios.

Oración

Amado Dios, ayúdanos a reconocer nuestra necesidad de recibir tu perdón cada día. Pedimos: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu Reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. No nos metas en tentación, sino líbranos del mal, porque tuyo es el Reino, el poder y la gloria, por todos los siglos. Amén.

Oremos
Por quienes no reconocen su pecado.

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